Mi tiempo viviendo en Chile ha sido excelente y lleno de retos
Llegué a Chile en el año 2016 en búsqueda de nuevos retos para mi vida y vaya que lo hice. Estos tres años han estado llenos de aventuras que pensé que nunca tendría que experimentar.
Consiguiendo trabajo
En muchas partes de Santiago te piden que tengas trabajo antes de que puedas alquilar un apartamento, por lo que tuve que llegar con un par de amigos que ya tenían algunos meses en el país.
Por lo tanto, básicamente desde el primer momento en el que llegué comencé a buscar trabajo: repartí mi currículo en restaurantes, tiendas, empresas grandes, compañías que pequeñas, etc.
Al final, y con algo de suerte, conseguí trabajo en un puesto de atención al cliente de una empresa muy conocida en Chile, la cual paga más que el salario mínimo.
Buscando apartamento
Si conseguir trabajo resultó más fácil de lo que esperaba, hacer lo propio con un apartamento fue todo lo contrario. Y es que pasé más de 2 meses buscando un sitio que fuese pequeño y barato.
Sin exagerar creo que vi más de 50 apartamentos alrededor de toda Santiago. Algunos tenían grandes defectos, otras simplemente se escapaban de mi presupuesto y otras, a decir verdad, no me gustaban.
Al final, y como cosas del destino, una compañera de trabajo decidió regresarse a la Argentina y dejaría un apartamento relativamente cerca de la oficina. ¡Demás está decir que prácticamente se lo quité de las manos.
Enamorado de la cultura en Chile
Tengo que admitir que no sabía mucho de este país al momento de emigrar. Solo me habían dicho que no me asustará de los terremotos, aunque eso no evitó que saltará la primera vez que tembló fuerte.
Sin embargo, no tardé en enamorarme de su forma de ser. ¡Incluso me gusta la forma en la que hablan! Aunque a veces no les entiendo mucho.
Me quedé sorprendido, por ejemplo, de la locura colectiva que genera la selección nacional de fútbol. Cuando hay un partido parece que no se habla de otra cosa. ¡Pensé que eso solo sucedía en Argentina y Brasil!
Esos días muchas personas hasta se atreven a hacer algunas apuestas a favor de la Roja, sean o no los favoritos del partido.
Entonces, para concluir esta entrada: ¿qué me ha parecido mi experiencia en Chile? Hasta ahora no me puedo quejar; más bien estoy emocionado por conocer todo lo que todavía no he podido explorar.
¡Gracias Chile!